martes, 13 de diciembre de 2011

Iósif Stalin, en español conocido como Jose Stalin

Iósif Stalin (Gori, Georgia, Imperio Ruso, 6 de diciembre/ 18 de diciembre de 1878 – Moscú, Unión Soviética, 5 de marzo de 1953), también conocido en español como José Stalin, fue el máximo dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Partido Comunista de la Unión Soviética desde mediados de los años 1920 hasta su muerte en 1953.
Dirigió la construcción del socialismo en la Unión Soviética, que pasó de ser un país rural a una potencia industrial. El nivel de vida de la población se elevó. En contraparte, dirigió un régimen represivo de la población, caracterizado por la presencia de campos de trabajo, campañas de represión política, deportaciones y ejecuciones. Durante sus 33 años de mandato fue el responsable de la muerte de millones de rusos debido a sus purgas. Se estima que sus victimas oscilan entre los 20 millones aunque la cifra no esta muy clara. Es considerado por muchos un dictador brutal, tirano y uno de los mayores asesinos de la historia amenudo es comparado con Adolf Hitler por todas estas matanzas con el mitico dicho "mismo perro con distinto collar", sin embargo para otros Stalin fue un gran líder de la URSS que mediante su politica de mandato hizo que el pais se convirtiera en una superpotencia.
Durante el gobierno de Stalin, la Unión Soviética desempeñó un papel fundamental en la derrota de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tras la cual llegó a ser considerada una superpotencia.
Stalin también incrementó ampliamente las actividades de inteligencia extranjera de la NKVD. Bajo sus instrucciones, la inteligencia soviética comenzó a crear redes de información en la mayoría de los países del mundo, incluyendo Alemania, Gran Bretaña, Francia, Japón y los Estados Unidos. Stalin hizo un gran uso de la Internacional Comunista con el fin de infiltrar agentes.
Para evitar el aislamiento del régimen soviético, decidió la entrada de la URSS en la Sociedad de Naciones (1934), y la aproximación a Gran Bretaña y Francia. En política interior trató de eliminar cualquier tipo de oposición: entre 1936 y 1938 organizó procesos (procesos de Moscú) y deportaciones contra los principales mandos militares y contra toda oposición en el seno del Partido y del Estado. Basándose en los datos suministrados tras la perestroika, documentados por el Gulag, fueron detenidas más de 1.300.000 personas por motivos políticos. De ellas casi 700.000 fueron fusiladas. Durante su gobierno inició un controvertido programa para rusificar a los diferentes estados de la URSS, enviando rusos a las distintas repúblicas soviéticas para que se casaran con los locales y así aumentar el porcentaje de rusos en la región.
Por otra parte, ya durante el primer período stalinista, antes incluso de la década de 1930, amplios sectores de la sociedad soviética aceptaron con optimismo los grandes avances de la Revolución. Rusia era el único país del mundo donde a las mujeres se les pagaba lo mismo que a los hombres por un trabajo similar. También en este primer período, existían grandes facilidades para obtener un divorcio o abortar.
En su papel de comandante en jefe durante la Segunda Guerra Mundial, Stalin procuraba siempre mantener un control personal pero flexible en el mando, sobre todo el frente de batalla, las reservas militares y la economía de guerra. Esta actitud no se mostró eficaz, ya que dejaba en un solo hombre todas las decisiones, pero luego Stalin fue aprendiendo de sus errores y empezó a delegar decisiones militares al contrario de su rival, Hitler, quien monopolizó el mando.
Como Jefe de Estado, Stalin participó en varios encuentros con los líderes aliados, como el llamado de "los tres grandes", con Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt en Yalta (1943) y en Potsdam (1945), en las que logró el reconocimiento internacional de una esfera de influencia soviética en la Europa del Este y mostrándose como un formidable negociador según el propio secretario del exterior británico, Sir Anthony Eden. Asimismo, el 4 de septiembre de 1943, se reunió con 3 metropolitas de la Iglesia para restablecer el Santo Sínodo y convocar al Concilio Episcopal para elegir como Patriarca de Moscú a uno de los tres anteriores (Serguéi) 5 días después, por primera vez en 17 años.
Un hecho de este período que refleja su «culto a la personalidad» es que se autoconcedió el honor de Héroe de la Unión Soviética, a pesar que este solo lo recibían los soldados en combate. Se sentía amenazado por la popularidad de Zhúkov, al que acusó de usar ese triunfo a su favor y lo terminó degradando.
Reforzado por la victoria, Stalin negoció con los aliados (Estados Unidos y Gran Bretaña) el orden internacional de la posguerra (Conferencias de Yalta y Potsdam, 1945), obteniendo el reconocimiento de la URSS como gran potencia (con derecho de veto en la ONU, por ejemplo). Los aliados tuvieron que aceptar la influencia soviética en Europa central y oriental, donde Stalin estableció un cordón de «Repúblicas populares» satélites de la URSS.
Stalin mantuvo la inercia de la guerra, retrasando la desmovilización de su ejército hasta el momento en que pudo disponer de armas atómicas (1953). La resistencia norteamericana a sus planes dio lugar a la «Guerra Fría», clima de tensión bipolar a escala mundial entre un bloque comunista y un bloque occidental capitalista, que perduraría hasta la desaparición de la URSS.
A partir de 1950 la salud de Stalin, que ya tenía 70 años de edad, empezó a desmejorar. Su memoria fallaba, se agotaba fácilmente y su estado general empeoró. Vladímir Vinográdov, su médico personal, le diagnosticó una hipertensión aguda. Vinográdov propuso un tratamiento a base de pastillas o inyecciones y recomendó a Stalin que abandonase o al menos redujese sus funciones en el gobierno. Sin embargo, Stalin se negó a tomar ningún tipo de medicamento, a dejar ninguna tarea y además despidió a Vinográdov.
La agonía de Stalin se alargó varios días más. En ocasiones abría los ojos y miraba furibundamente a quienes lo rodeaban. Se cuenta que en estos momentos Beria le cogía de la mano y le suplicaba que se recuperase, pero cuando volvía a desvanecerse lo insultaba y le deseaba una dolorosa muerte. El día 4 aparentó una súbita mejoría y una enfermera comenzó a darle de beber leche con una cuchara, lo que hizo que el enfermo señalase un cuadro que había sobre la cabecera de su cama, donde una niña daba leche a una oveja. En ese momento, sufrió un nuevo ataque y entró en coma. Los médicos que atendían a Stalin le practicaron reanimación cardiopulmonar en las diversas ocasiones en que se le detuvo el corazón, hasta que finalmente a las 22:10 del día 5 de marzo no consiguieron reanimarlo. Según algunos testigos, los enfermeros siguieron esforzándose hasta que un lacónico Jrushchov dijo: "Basta, por favor... ¿No ves que está muerto? ".

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